Buenas noches Lucía,
Este año se cumplen 200 años justos desde que, en un astillero del Támesis, se hizo por primera vez a la mar el HMS Beagle. Construido como barco de guerra, pronto se reconvirtió, sin embargo, en un navío expedicionario y como tal realizó tres viajes entre 1826 y 1843. Si quieres saber cómo era la vida a bordo, en el Museo Nao Victoria, de Chile, construyeron una réplica exacta del barco. Pero el caso, Lucía, es que todos hemos estado a bordo del Beagle, no sólo porque la película Master and Commander, que popularizó aquella música nocturna de las calles de Madrid, de Boccherini, que estamos escuchando de fondo, estuviera inspirada, parcialmente, en la historia de este barco, sino porque en el mismo viajó el autor del libro más importante de los últimos 200 años, el que ha dado forma a nuestro mundo: Charles Darwin. Todos sabemos que fue el que propuso, por primera vez, la teoría de la evolución, pero tal vez sepamos menos que esta teoría tiene una parte fundamental de su origen en el viaje que un joven Darwin, con apenas 22 años, emprendió en 1831, y que le llevó a dar la vuelta al mundo en una aventura que duró cinco años y que describió en su conocidísimo El viaje de Beagle, y que no es otra cosa que el diario de un naturalista recorriendo el mundo.
Pero también podemos celebrar otro aniversario, y creo que este te va a gustar. En 1740, esto es, hace 280 años, nacía en un pueblecito de la Borgoña la joven Jeanne Baret, hija de agricultores que la dejaron muy pronto huérfana, por lo que entró a servir en la casa de un conocido naturalista viudo, Philibert Commerçon, con el que no sólo inició una relación sentimental, sino que pronto empezó a señarle el oficio, convirtiéndose en una avezada naturalista. De ahí que, cuando Louis Antoine de Bouganville propusiese a Commerçon acompañarle en su segunda expedición, este decidiera que Jeanne le acompañase. El problema, Lucía, es que las mujeres no podían ser tripulación del barco. Pero esto no acobardó a Jeanne que decidió dejar de ser Juana para convertirse en Juan. Y así, disfrazada de marinero, viajó durante dos años hasta que fue descubierta y obligados, tanto ella como Commerçon, a abandonar la expedición. Su trabajo, sin embargo, permanece, y la expedición de Bouganville es una de las fructíferas de las realizadas por el gobierno francés. Como anécdota, decirte que suya es, de Jeanne, la primera descripción que conocemos de una planta que podemos encontrar en casi cualquier sitio actualmente: la buganvilla.
Si no me equivoco, hoy entrevistas a un digno heredero de esta tradición. Un argonauta, nacido en Cartagena, que ha participado también de expediciones similares a la de Darwin o a la de Jeanne Baret. Aprovecho la oportunidad para recomendar a los oyentes que sigan la pista a este marinero, oceanógrafo y gran divulgador, paisano, que se llama Pablo Rodriguez Ros y que este fin de semana va a estar presentando su libro, Argonautas, en diversos espacios de la Región.
Un abrazo Lucía, hasta la semana que viene.
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