Hoy tendría que publicar la pequeña columna de opinión de esta semana, como he venido haciendo durante los últimos meses gracias a mi amiga Lucía Hernández y a su programa La Contraportada, en Onda Regional de Murcia. Sin embargo, no lo voy a hacer.
Ayer fue la última Contraportada, al menos con Lucía, al menos conmigo. La precariedad, la enfermedad endémica de nuestras sociedades, sigue haciendo de las suyas, sin respetar ni la capacidad ni la profesionalidad de los trabajadores. Conviene leer el último libro de César Rendueles, Contra la igualdad de oportunidades, para empezar a entender qué esto de la meritocracia, y por qué es un timo.
Lucía estaba, hace un mes escaso, recogiendo la Antena de Plata a la Mejor profesional de la Radio de la Región de Murcia. Es, simplemente, la lógica de nuestra sociedad capitalista.
Lucía hizo un esfuerzo, en su Contraportada, por tratar aquellos temas de fondo que, por la premura de la agenda informativa, no solían aparecer en los medios. Esos temas que son fundamentales para entender nuestro mundo, y debemos sospechar de aquellos que nos los hurtan. Como decía William McAvoy en aquella serie maravillosa que era The Newsroom, nada es más importante para la democracia que un electorado bien informado. Lucía entiende mejor que nadie esto y por eso, también, la vamos a echar de menos.
Gracias, Lucía, por estos meses. Por obligarme a pensar y a escribir cada semana. Por animarme a mirar aspectos de la realidad que tenía desatendidos. Por dejarme compartir, también, mis pensamientos y obsesiones. Nos escuchamos muy pronto.
Leave a Reply